Vengo a Adorarte
Estoy aquí para adorarte... ¿Qué sentido tienen esta palabras?
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Luz del mundo
bajaste a las tinieblas,
me diste luz, puedo ver.
Belleza que me hace adorarte,
te doy mi vida en canción.
Vengo a adorarte,
vengo a postrarme,
vengo a decir que eres mi Dios;
Oh Cristo tú eres Santo,
sólo tú eres digno,
Cristo eres todo para mi.
Estar aquí. Para algunos de nosotros es un lugar difícil. En nuestro futuro tenemos una mejor vista de nosotros mismos. Mas dinero, mayores facultades, menos cargas de las que hora nos están pesando. Vivir en el presente, descansar en el aquí y ahora, aceptar lo que tenemos y en dónde estamos ... todo puede parecernos tan aburrido en comparación con la versión que soñamos de nuestras propias vidas.
Sin embargo, aquí es donde estamos. Aquí es donde Dios puede usarnos ahora mismo. Aquí es donde estamos llamados a adorarle.
Y esto nos lleva a otras interrogantes mas: ¿Por qué adoramos? ¿Qué sentido hay en cantarle y vivir para Él? ¿Qué hay en esto para nosotros?
La verdad es que no tenemos un interruptor para encender o apagar la adoración. Estamos hechos para hacerlo. Dedicarnos en algo -ya sea servir a Dios o construir nuestra propia reputación como alguien con cierto estatus, es tan innato como respirar.Fuimos hechos adorar, pero no a cualquiera. Fuimos hechos para vivir en relación con nuestro Creador. Y cuando decidimos no hacerlo, nuestra adoración se extravía y nos perdemos.
Por supuesto que Dios lo sabe muy bien. Es por eso que Él llena el mundo de cosas que nos llevan a hacer una pausa para orar, a exhalar las palabras "gracias, Dios". Lo vemos en la naturaleza, en las personas, en las infinitas bendiciones que cruzan nuestro camino a cada día.
Todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia atrás lo suficientemente cerca y veremos la evidencia de tanta belleza que hacen que nuestro corazón adore…
De todo y cada cosa que nosotros podamos examinar, Jesús (que humildemente dejó la gloria del cielo por encima de nosotros) nos enseña cómo adorar. Él nos llama a acudir a Dios, a seguirle , a caminar en Sus pasos y a aprender lo que realmente significa estar aquí y adorarle.
¿Cómo se logra la adoración verdadera? Lamentablemente el cristianismo muchas veces se ve abrumado entre el cómo y cuando, si el orden o la eficacia, el día o la frecuencia… Nuestra adoración no tiene que ver con un programa, con horarios ni mucho menos con un lugar, es simplemente entrar en la presencia divina, abrir nuestros corazones agradecidos y sencillamente adorar.
Medita en estos hechos: Conoces al Padre Celestial, has leído lo que ha hecho por ti en Cristo, sin embargo no podremos saber cuánto le costó dar a su único hijo por nosotros. Tenemos una doble deuda de nuestras vidas dos veces, como alguien fue hecho por Él y salvo por Él. Solo Él merece la adoración de nuestros corazones, y gustosamente le adoramos una y otra vez.
La adoración de Dios puede ser una realidad para “el que cree”. Trata esta semana de compartir abiertamente con alguien que no cree en Jesús algo del privilegio sorprendente de la verdadera adoración, y la alegría única que esto trae.
Soy Omar Corpus, trae tu himnario, ¡yo te animaré a adorarle en alabanza!
Si quieres obtener la partitura original, obtener la grabación de este canto, o darme tus comentarios escríbeme a: canticosdelreino@gmail.com
